(XXV
aniversario del Hermanamiento de las Hdades. de la Virgen del Valle y la Santa
Cruz de la Calle Sevilla).
Queridos
hermanos, cuando se me solicita esta colaboración como Presidente de la
Fervorosa Hermandad de Ntra. Sra. del Valle Coronada, en estas Bodas de Plata del Hermanamiento de
ambas hermandades, nos encontrábamos inmerso en el proceso electoral para la
nueva Junta de Gobierno, y todo lo que pude contestar es que cumpliría el
encargo, pero haciéndolo ya como Ex presidente, siendo un placer de servirles brevemente para recordar aquella importante
efeméride.
Quiero empezar
diciendo que el hermanamiento entre dos corporaciones eclesiales es un acto simbólico,
ya que todas las hermandades ya somos hermanas en una misma Madre, que es la
Iglesia. Que como todas las madres, nos cuida y nos alimenta para que bajo su
amparo consigamos llegar a la madurez, y una vez en ese punto podamos dar
fruto, generar y producir para ser luz, sal y fermento en el mundo. También
somos todos hermanos en un mismo Padre Dios (Creador de todo, dador de vida…) y
compartimos un hermano que entrego su vida (en la Cruz) y nos salvó, Nuestro
Señor Jesucristo. Conclusión ya desde que fuimos constituidas nacimos
siendo hermanas, en una familia llamada Iglesia.
Pero este acto
simbólico, es bello que ocurra, porque ante los demás nos muestra que somos
uno, “Que todos sean uno: como tú, Padre,
estás en mí y yo en ti,…, para que el mundo crea...”(1) .Por
ello la Fervorosa Hermandad de Ntra. Sra. del Valle, en su Reglamento de
Distinciones, reservó un capitulo a los hermanamiento con otras corporaciones
eclesiales, que comienza así,
“ARTÍCULO NUEVE: HERMANAMIENTOS. Disposición Primera: siempre deberá existir
algún vínculo con la corporación con la que se vaya a realizar el
Hermanamiento, dándole prioridad a las Hermandades Locales…”(2).
Cuando durante
años te dedicas en el seno de una hermandad a trabajar con los tuyos, para
promover el amor y la devoción a la Excelsa Patrona de La Palma, siempre se
aprecia estos actos de fomentar esa devoción hacia Ella. De una manera u otra
observas como con tanto amor todas las hermandades en comunión con sus
hermanos, quieren obsequiar a la Santísima Virgen del Valle grandes tributos y
homenajes, así lo pudimos ver todos cuando entorno a la Coronación Canónica
todas dejaron un recuerdo en Ella para la posteridad. Signo de agradecimiento,
amor y devoción.
Se gesta este
hermanamiento promovido por los Jóvenes Piomperos, presidía la Hermandad de
Nuestra Señora del Valle D. Francisco Espinosa Gordillo, y la de la Santa Cruz
el querido y recordado D. Manuel Díaz López. Yo aun no formaba parte de la
junta de gobierno de la Hermandad de Ntra. Sra. del Valle, ya que esto
ocurriría en octubre de 1993, dos años después. Si me tocó vivir más de cerca
cuando en el Xº aniversario se le hizo por parte de la Hermandad la entrega de
la medalla de plata dorada que pende debajo de la pintura de Nuestra Señora, insigne
obra del pintor Santiago Martínez, siendo entonces los presidentes D. Antonio
J. Baeza Angulo y D. Antonio Pino Montes, de la Hermandad de Ntra. Sra. del
Valle y de la Hermandad de la Santa Cruz respectivamente.
Este
hermanamiento venia a sellar la primera intención de este grupo de jóvenes, que
desde sus inicios puso a nuestra Excelsa Patrona como su protectora, y
reforzaba esa vinculación devocional que esta hermandad (la de la santa Cruz)
siempre quiso mostrar hacia su Excelsa Patrona la Santísima Virgen del Valle.
Así se recoge en el documento firmado con motivo del Xº aniversario del
hermanamiento “Vistos y comprobados los
antecedentes, en los cuales se reconocen los meritos suficientes, probada
devoción, gran respeto y amor hacia la Santísima Virgen, ofreciendo continuas
muestras de ferviente adhesión a la misma”(3).
Lo que ocurrió
aquel Quince de Agosto de hace Veinticinco años es difícil de olvidar, primero
ver el Simpecado, que ya en 1954 acompañó a la Santísima Virgen a la ciudad de
Huelva, por la nave central de un abarrotado templo Parroquial, para poco a
poco situarse a las plantas de la Gran Señora, Ella en su paso exornado de
nardos, con su manto de tisú. Abajo la imagen repetida pero con el “Juanmanuelino” manto de la flor de lis;
después la ofrenda floral a la más bella de las flores; y por último el intercambio
de medallas entre los presidentes y los abrazos, junto a la lectura de las
actas y aceptaciones por ambas entidades de aquel fraternal acto. Otro párrafo
del documento del Xº aniversario plasma perfectamente las intenciones de lo
allí acontecido “Ambas Juntas de Gobierno
tienen a bien manifestar y ratificar públicamente dicha efeméride, reafirmando
los vínculos y lazos de hermandad, unidos bajo una misma devoción y
religiosidad teniendo como Madre, a la bienaventurada Virgen María bajo la
advocación de Nuestra Señora del Valle, y ante cuyo amparo y patrocinio se
acogen”(4).
Nuestra fe nos
muestra a María siempre al pie de la Cruz, aquel día fue al revés, la Cruz con
sus gentes, se ubicaron al pie de María, su Madre, su Protectora, su Reina
Coronada de Amor… Que quede para memoria de ese día lo importante, que todos permanezcamos unidos, en el amor a
la Iglesia, la Madre que nos dio a luz y nos hace crecer…
Concluyo con las
palabras fundacionales de la Iglesia, al pie de la Cruz, “«Mujer, aquí tienes a
tu hijo». Luego dijo al discípulo, «aquí tienes a tu madre»”(5).
Guillermo López Toscano
Expresidente de la Fervorosa Hdad. de Ntra. Sra. del Valle Coronada.