Devoción
La
Cruz escrita en el alma,
la
Cruz grabada en el pecho,
la
Cruz bajo cada techo
y
en el cielo de La Palma.
La
Cruz, bálsamo que calma
tantos
humanos dolores,
se
lleva todas las flores
de
este rincón crucero,
en
el que morir prefiero
abrasado
en sus amores.
Gracia.
Ni
la dulce primavera
sonriente
y deliciosa,
sonríe
como esa rosa
de
nuestra fiesta crucera.
Ella
lleva toda entera,
el
nervio de la alegría,
la
luz de la simpatía;
y
desde el principio al fin
tiene
blancor de jazmín,
y
nobleza de hidalguía.
Belleza.
Todo
es azul, oro y flor;
amor,
finura, prestancia;
semeja
la resonancia
de
la Vida y del Amor.
No hay color
cual su color,
ni
tan justas pinceladas;
son
las facetas pintadas
por
ángeles soberanos
que
llevasen en sus manos
el
color de sus miradas.
José Mª. Enrique
Calero - La Palma, Mayo 1.949.